
Tras la presentación de su buen amigo, Carlos García Escalante, José Salado ofreció ayer un pregón plagado de novedades y reivindicaciones. Un pregón que comenzó con un martillazo del llamador que tenía a su izquierda, un regalo muy preciado para él y que lo acompañó para marcar el «paso» de su exaltación. Comenzaba con la marcha «Refugio de San Bernardo», interpretada por la Banda Nuestra Señora del Rosario, tras la cual el pregonero reflexionaba sobre la otra Semana Santa, sobre aquellos problemas que hay en nuestra sociedad y que entre todos debemos solucionar.
La exaltación de José Salado fue serena, aunque plagada de momentos emotivos, como el que hizo llorar a gran parte del patio de butacas de la Casa de la Cultura, con el recuerdo de Enriqueta, una mujer muy querida, rociera y del Huerto, a la que el pregonero dedicó unas palabras maravillosas con la marcha «Mi amargura» de fondo. También hubo momentos para la saeta y momentos muy íntimos con recuerdos para sus personas más queridas. A José se lo notó seguro y a gusto durante todo su pregón, con pasajes muy especiales como ese diálogo entre las dos titulares marianas del Jueves Santo sanluqueño o las diferentes escenas que supo recrear para recorrer nuestra Semana Santa sin nombrar ni un sólo nombre propio. Un pregón sin duda muy personal y muy aplaudido, que dejó un buen sabor de boca a la espera de que el Domingo de Ramos comience nuestra centenaria Semana Santa.
Finalmente, cabe destacar que el Consejo General de Hermandades y Cofradías anunció el que será pregonero en 2017, Antonio Corchero, que fue recibido con un aplauso del público. También el Consejo condecoró a la Banda de Nuestra Señora del Rosario y a Juan Carlos Marín, Director de la Casa de la Cultura, por su trabajo incondicional a favor de que cada año el Pregón salga a la perfección.